Comunidades virtuales de profesionales, trayectorias y ciclos de vida.

Los estudios sobre comunidades virtuales se han ampliado en las dos últimas décadas, de la mano de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y su difusión sobre numerosos dominios de la vida cotidiana. Abordamos el estudio de estas
comunidades desde una perspectiva centrada en la etnografía virtual y el análisis de registros web. El trabajo toma por base dos investigaciones en curso sobre comunidades de profesionales organizadas en diferentes plataformas de software social y servicios de redes sociales en Internet



El primer caso se trata de una comunidad de profesionales en el ámbito de las relaciones públicas y
la comunicación social, con la finalidad de intercambiar experiencias, entrar en contacto con colegas, realizar consultas sobre el quehacer profesional, discutir tópicos de actualidad y más. En el segundo caso, nos referimos a comunidades de programadores de software libre. Organizados a partir de listas de correo o distribución, los participantes se reúnen en función del interés por estos proyectos, con el objetivo de compartir inquietudes, generar proyectos y brindar ayuda mutua.

Comunidades virtuales de profesionales


El concepto de comunidad, en sus múltiples manifestaciones, ha sido ampliamente problematizado en el terreno de la teoría social. Nos referimos en esta ocasión a comunidades virtuales, esto es, comunidades que surgen de, o se trasladan a, un espacio de relaciones mediadas por TIC, específicamente a través de Internet.

Partimos de la definición propuesta por Rheingold, quien destaca los niveles de conexión, relación e involucramiento que experimentan los usuarios de estas comunidades: “Las comunidades virtuales son agregaciones sociales que emergen de Internet cuando suficientes personas se mantienen en una discusión pública, durante suficiente tiempo, con suficiente sentimiento humano como para establecer redes de relaciones personales en el ciberespacio” (1993: 5).

Desde la perspectiva socio-antropológica, las investigaciones se centran en la dimensión social y cultural del uso de las TIC, así como en el tipo, características, condicionantes, tejidos sociales y temas abordados en las comunicaciones que generalmente fluyen en las redes. En otras palabras, nos concentramos en las relaciones sociales que los cibernautas establecen en sus diferentes comunicaciones.

La existencia de comunidades virtuales ha comenzado a reconfigurar identidades e identificaciones, todo ello a partir de nuevas adscripciones de pertenencia generadas por la desterritorialización física de los espacios offline y la posterior reterritorialización virtual de los ambientes online (Sandoval, 2007).


Adentrándonos en el universo de las comunidades virtuales, podemos encontrar diferentes tipos y clasificaciones. Markus (2002) distingue en particular en tres grandes grupos: aquellas que persiguen una orientación social, aquellas que siguen una orientación profesional y, aquellas de orientación comercial.

De hecho las comunidades de profesionales/práctica anteceden a los estudios de Internet. Las mismas pueden ser presenciales o virtuales, o ambas a la vez, combinando diferentes instancias de encuentro mediado y presencial. Lesser y Storck (2001) reconocen, sin embargo, la contribución positiva que el desarrollo de las TIC ha tenido en la proliferación de estas comunidades. Estas han posibilitado, entre otras cosas, la permanencia de la memoria y los registros estructurados para preservarla.

 Las comunidades virtuales y sus ciclos de vida

Las comunidades virtuales –las de profesionales en particular– no se mantienen inalteradas a lo largo del tiempo. Al contrario, podemos identificar en ellas diferentes momentos, desde su creación, primeras incorporaciones, difusión, consolidación y redefinición, hasta su eventual declive o agotamiento. El tiempo de duración de las comunidades es relativo, depende de los intereses.

Siguiendo a Sonnenbichler (2010), podemos reconocer diferentes ciclos de vida de una comunidad virtual. Todos ellos se basan en el modelo de relación genérico presentado por Haythornthwaite et al.(2000), donde se presentan tres etapas básicas: unión, presencia continuada y desacoplamiento (initialbonding, maintain presence, disegaging).

 a) Ciclo de vida de las plataformas


Los trabajos sobre ciclos de vida de las plataformas se centran en la tecnología que les da soporte. Esta es la perspectiva de los sistemas de información, basada en aplicaciones de software social o sitios de servicio de red social (El Morr et al., 2011). Estos estudios han vinculado las etapas de una comunidad a los niveles de actividad evidenciados en las plataformas. Los ciclos de vida asociados a las plataformas se centran generalmente en las posibilidades e innovaciones que las mismas presentan para el intercambio online.

Entre las tipologías presentadas aquí encontramos a Garber (2004), quien distingue entre cinco etapas en el ciclo de vida de una comunidad virtual: pre-nacimiento; formativa; madurez, metamorfosis y muerte. La primera de estas etapas se da cuando el desarrollo, software y políticas de la comunidad se establecen. Una vez que una red llega a un punto máximo de penetración, comienza a verse afectada por efectos de red negativos y es sustituida gradualmente por otra red alternativa.

b) Ciclo de vida del grupo

En segundo lugar, encontramos los abordajes del ciclo de vida del grupo, determinado por la
conformación del colectivo y sus objetivos. El propio Wenger propone un esquema de etapas de desarrollo de las comunidades de práctica, distinguiendo entre: potencial, las personas enfrentan situaciones similares sin el beneficio de una práctica compartida; consolidación, los miembros se reúnen y reconocen su potencial; activa, los miembros se involucran en desarrollar una práctica; dispersa, los miembros se involucran con menor intensidad, pero la comunidad sigue viva como una fuerza y centro de conocimiento; memorable, la comunidad deja de ser central, pero las personas aún la recuerdan como una parte significativa de sus identidades (Wenger, 1998 en Valdivia Guzmán, 2009).


c) Ciclo de vida de los participantes

Otra de las opciones de abordaje es analizar las trayectorias de los usuarios, sus roles, jerarquías y grados de participación. Este sería el caso del modelo propuesto por Kim (2000), quien describe cinco etapas de la participación dentro de una comunidad virtual: visitante, novato, regular, líder, anciano (visitor, novice, regular, leader, elder). 




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